Uno de los mayores dilemas del ser humano es
darse cuenta de lo corta que es la vida en este mundo y pensar si habrá algo después.
No nos entra en la cabeza que sólo exista esta vida y que al acabar sólo exista
la nada y, como un mecanismo de autodefensa, pensamos en otros lugares a los
que acudiremos después de morir. Todo se resume en el miedo a morir.
Mi pensamiento ante este problema es un poco ambiguo
en este momento. Por un lado, estoy aterrado, enfrentarme a algo así me da
miedo porque me voy a perder muchas cosas que me apetece seguir haciendo, pero
por otro, tengo una cierta tranquilidad de que si llega ese momento va a haber
algo más allá, quizás me estoy engañando a mi mismo para poder llevarlo mejor,
pero es lo que pienso ahora mismo. Hablando hoy con mi ancla me he dado cuenta
de verdad de lo que supondría que yo no estuviese aquí. Le he visto roto y eso
me rompe a mi más que nada. Siempre he llevado mejor los problemas cuando me
afectan sólo a mi que cuando tengo que ver sufrir a la gente que quiero, por lo
que si mi muerte va a traer sufrimiento a los demás creo que debo luchar todo
lo que pueda por evitarla. “No quiero que te vayas” es lo que me has dicho y te
aseguro que ahora mismo es lo que menos quiero.
El miedo a morir se puede ver desde dos lados también,
está el miedo de la persona que muere, pero pienso que muchas veces para el que
se queda es mucho más difícil. Yo me pongo en el lugar del otro y es muy duro,
si yo viese que mi mejor amigo pierde la vida no sé cómo podría afrontarlo, me
rompería en mil pedazos. He vivido una sola vez la muerte de un ser querido, por
suerte, y es una experiencia que es difícil de superar. Sin embargo, el tiempo
todo lo cura y aunque te acuerdes siempre de esa persona, el resto de tu entorno
te apoyará y seguirás adelante.
A veces la vida es muy hija de puta y cuando más
tienes, cuando estás viviendo tu mejor época y estas rodeado de gente que te
quiere, entonces es cuando te lo quita todo. La muerte es igual de caprichosa,
algunos hemos tenido momentos en que la hemos buscado porque ya no aguantábamos
más pero cuando te das cuenta de que en realidad no quieres dejar de existir,
el único alivio al dolor que sientes todos los días es lo que puede acabar matándote.
Por ello el rollo del Karma siempre me ha parecido una tontería, haz el bien y
recibirás lo mismo, todas esas patrañas inventadas por moralistas o religiosos
no tienen sentido. Siempre he sido un hombre de ciencia y si algo he aprendido
en estos años es que la causa y efecto no siempre van relacionados.
Continuamos con la lucha, se espera una noche
dura.
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