Me encuentro delante de la pantalla del ordenador de nuevo, escribiendo,
algo que jamás pensé que volvería a hacer. Esta es la entrada número cincuenta
de este blog, un número redondo para un post muy especial, siendo mi vuelta a
estas páginas y siguiendo en este mundo, que no es poco.
Primero debo dar una razón de por qué deje este blog abandonado. Todo esto empezó
como una vía de escape, un lugar para plasmar en palabras todo lo que me pasaba
por dentro, un rincón donde me sentía seguro para hacerlo. Sin embargo,
voluntariamente di a conocerlo a gente cercana a mi y llegó un momento donde
esa seguridad que sentía ya no estaba y no me sentía del todo libre para contar
todo lo que quería. Han pasado dos meses desde mi último post y ahora me siento
seguro otra vez, ya que todos lo habrán dado por desaparecido.
Llevo unos meses difíciles, luchando física y mentalmente contra ese
pronóstico tan malo que me dieron los cardiólogos, pero por ahora he conseguido
seguir adelante, aún con algún añadido nuevo en mi historial que ya os
comentaré, y las últimas pruebas parecen indicar que puede haber luz al final
del túnel. Sin embargo, anoche volvió otra vez ese temido dolor en las piernas
que tan mal me lo hizo pasar. Obviamente tengo miedo a que todo se repita otra
vez, pero esta vez lo afronto de otra manera. Ya sé a que me enfrento y no
puedo hacer nada para evitarlo, así que sólo me queda coger fuerza y aguantar
lo que venga.
Psicológicamente también han sido duros estos meses, sobre todo porque la
persona en la que más confiaba en este aspecto me falló y fue una gran
decepción para mí, ya que yo le había confiado todo. Quizás tuve yo parte de
culpa por salir de la relación profesional y llevarlo más hacia una amistad,
pero he aprendido de ese error y he comenzado a buscar ayuda con otro
profesional. He optado por la vía online, ya que no me sentía con fuerzas de
volver a hablar todo cara a cara con alguien y esa separación mediante un
monitor y una cámara me lo ha hecho más fácil. Si todo me sigue yendo bien ya
os recomendaré la plataforma que estoy usando, por si puede ayudar a alguien
que tenga una situación parecida a la mía.
Ahora veo todo con un mayor optimismo, he recuperado mi actividad en el
trabajo, lo que me hace realmente feliz, y el corazón parece que está
mejorando, por lo que la esperanza está volviendo poco a poco. Sin embargo, ese
dolor de las piernas que volvió a dar un coletazo ayer de nuevo me ha hecho
volver a replantearme escribir aquí, ya que creo que si ese brote vuelve lo voy
a necesitar. Todo esto me ha hecho mucho más fuerte, pero también más
reservado. Me he abierto tanto a las personas cercanas a mi que creo que he
saturado demasiado esas relaciones, por lo que he vuelto a mi caparazón y a
guardarme cosas para mí y para este blog, que espero que vuelva a ser como al
principio, algo íntimo entre yo y esos lectores anónimos.
Espero que el tono de este blog se vuelva más positivo en esta nueva etapa y pronto os pueda escribir desde Japón, ya que estoy mirando ya posibles vuelos y fechas para poder cumplir por fin aquel sueño del que os hablé. Esperemos que esta nueva fase pueda ser el comienzo de algo bueno.
Comentarios
Publicar un comentario