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Mostrando entradas de noviembre, 2024

Amar con esclerosis

No sé bien cómo empezar esta entrada. Tengo el corazón hecho pedazos, y escribirlo aquí es lo único que me ayuda a darle un poco de sentido a todo este caos. Hace unos días recibí un correo, uno que no puedo dejar de leer, aunque cada palabra me duela más que la anterior. Él era mi refugio, mi pequeño pedazo de felicidad en un mundo que a veces siento demasiado grande y hostil para mí. Con él, todo se sentía más fácil. Por un tiempo, me atreví a creer que podía tener algo bonito, algo mío, algo que mi enfermedad no pudiera romper. Pero me equivoqué. El correo lo dice todo: me quiso, sí. Me vio, me valoró y me amó de una forma que nunca antes había sentido. Pero no fue suficiente. Mi cuerpo, mi esclerosis, mi realidad… todo eso pesó más que lo que podíamos construir juntos. Y ahora, lo único que me queda es el eco de sus palabras y el vacío de su ausencia. Cuando lo conocí, nunca pensé que alguien pudiera mirarme de la forma en que él lo hacía. Me hacía sentir como si mi cuerpo, con t...

Los abrazos que no llegan

Hoy quiero escribir algo que llevo tiempo guardando, algo que pesa en mi mente y en mi corazón. Es una historia sobre amor, rechazo, miedo y, sobre todo, la sensación de no ser suficiente. No sé si al ponerlo en palabras lograré sentirme mejor, pero al menos necesito intentarlo. Tal vez escribirlo sea la única forma de sacar un poco de este dolor que parece no tener fin. Hace casi diez años me diagnosticaron esclerosis múltiple. Tenía 26 años, y en ese momento mi vida cambió para siempre. Los planes, los sueños y las certezas que tenía comenzaron a desmoronarse, y aunque he aprendido a vivir con muchas cosas —los síntomas, los tratamientos, la incertidumbre—, lo que nunca he podido manejar del todo es cómo esta enfermedad afecta mis relaciones. Especialmente, mis relaciones con las personas que más quiero. El amor ha sido un camino lleno de obstáculos, de rechazos que siempre me dejan sintiendo lo mismo: que no soy suficiente para nadie. La primera vez que alguien me rechazó por mi enf...