Ir al contenido principal

Despedida

 

Todo lo que tiene un principio tiene un final, y hoy me despido de este blog. Con esta he llegado a las treinta publicaciones, abriéndome en canal y contando en palabras gran parte de lo que siento y de mis experiencias. Sin embargo, este brote que estoy pasando me ha drenado todas las fuerzas que me quedaban y ya no se de donde sacarlas ni para escribir.

Los dolores siguen y cada vez duran más tiempo, no hay medicación eficaz y lo único que puedo hacer es aguantar a que pase. Intento pensar en positivo y que esto va a pasar, pero cada vez me cuesta más creerlo y siento como mi cuerpo se va quedando sin fuerza. Si esto no acaba pronto estoy seguro que va a poder finalmente conmigo, he intentado luchar contra viento y marea, pero hay cosas que son inevitables.

Este blog no se si ha sido un acierto o un error. Por un lado, me ha servido para abrirme un poco más, aunque sea detrás de una pantalla, pero contar mi historia ha sido sanador en parte. Sin embargo, también ha sido bastante duro y no sé si el coste/beneficio habrá sido positivo. Algunos me habéis escrito por privado preguntándome cosas o diciéndome que os han ayudado algunos de mis posts, pero posiblemente a otros les haya asustado algo más de lo que ya estarán si padecen esta enfermedad. He hablado de temas que jamás pensaría que pudiese, aunque aún me dejo otros muchos que posiblemente aún no soy lo suficientemente valiente para hablarlos.

Si algún día vuelvo a estas páginas será en una situación distinta, me habré recuperado de este brote y vendré con una mentalidad más abierta y positiva de cara a las siguientes publicaciones. Sin embargo, si no vuelvo será porque la cosa no ha acabado bien. Ahora tengo que dejar de escribir porque las fuerzas que me quedan no me dan para más y mi estado anímico roza el suelo, por lo que no tengo muchas ganas de seguir con esto.

Así que con este post os dejo mi despedida, gracias a todos los que hayáis sacado un rato para leer estas páginas y a los que padecéis esta mierda de enfermedad os deseo mucha mas suerte que la mía.



Comentarios

Entradas populares de este blog

La fuerza del destino

Han transcurrido cinco meses desde la última vez que vertí mis pensamientos en este rincón digital, y hoy retorno a él impulsado por dos motivos fundamentales. El primero nace de la recomendación de mi psicólogo, con quien he estado trabajando diligentemente para comprenderme mejor y enfrentar los desafíos que la vida ha arrojado a mi camino. Pero no es únicamente esta sugerencia profesional la que me trae de vuelta a estas líneas. Siento una necesidad profunda de desahogarme aquí, aunque sea solo por esta vez, sin prometer continuidad. Este escrito servirá, al menos, para aligerar algunos de los pesares que me han estado abrumando últimamente. Para dar algo de contexto, he atravesado una depresión que casi me consume por completo. Aunque he recorrido un largo camino hacia la mejoría, la oscuridad aún no ha abandonado del todo mi horizonte. A esto se suma la angustia por la grave situación de salud de mi padre, una realidad que me ha forzado a replantear muchas cosas en mi vida, temas ...

El miedo de ser una carga

Cuando recibes malas noticias en la vida, el primer instinto es la negación, buscar una manera de minimizar el problema o, mejor aún, de hacerlo desaparecer por completo. Como mencioné en publicaciones anteriores, los últimos resultados de mi enfermedad no fueron alentadores. Me han comunicado que he entrado en la fase final, y pronto empezaré a sentir todo el peso de la esclerosis. A veces me engaño a mí mismo pensando que lo he aceptado, pero la realidad es muy distinta. Intento encontrar algún pequeño atisbo de esperanza. Por eso hoy acudí a otro neurólogo, especialista en esta enfermedad, en busca de una segunda opinión. Sin embargo, no obtuve lo que buscaba; la consulta solo confirmó el diagnóstico inicial. Es difícil vivir cuando tu futuro está condicionado por algo así. En este momento, me siento roto en mil pedazos, y recurro al blog para intentar recomponerme, soltando aquí lo que pienso. Quizás me estoy abriendo demasiado y eso me asusta, tal vez incluso acabe borrando esta p...

Carta al niño que fui

Como mencioné en mi última publicación, la situación ha empeorado notablemente desde la última revisión médica, y las noticias no han sido alentadoras. Estoy trabajando con mi psicólogo para aprender a sobrellevar esta fase final de la enfermedad, y, como parte de ese proceso de aceptación, me sugirió escribir una carta a ese niño que alguna vez fui, antes del diagnóstico, antes siquiera de enfrentar los aspectos más oscuros de la vida. He reflexionado mucho sobre cómo redactar esta carta, sobre qué palabras podría ofrecerme a mí mismo para prepararme ante todo lo que estaba por venir. Se amontonan tantas ideas en mi cabeza, pero intentaré destilar lo esencial en este post, enfocándome en lo que considero más importante. Lo primero que le diría a ese niño es, inevitablemente, que enfrentará una situación de salud devastadora, algo que trastocará todo lo que hasta entonces conocía. Ese monstruo, la esclerosis, lo golpeará con una fuerza implacable, pero a la vez, le abrirá los ojos para...