Hoy ha sido un día un poco más duro que los
vividos en la última semana. He tenido una conversación con mis padres contándoles
en detalle la situación de mi corazón y el pronóstico que me ha dado el cardiólogo.
Esta semana tengo cita con él y me harán más pruebas, pero aún así quería
contarles ya todo para que lo vayan digiriendo con tiempo. Como es normal, no
se lo han tomado bien y ha sido un momento duro, después de todo lo que han
pasado conmigo en el último brote, recibir esta noticia es duro.
Sin embargo, yo les he explicado todo muy
tranquilo, de forma muy diferente a otras veces. Creo que ya he entendido por
fin la forma de llevar estas noticias con la esclerosis y me enfrento a ello
con más valentía y sin miedo, aunque siempre queda algo de ese miedo natural a
la muerte que ya comenté anteriormente. Mi madre se ha sorprendido mucho de mi
calma al contárselo y no ha entendido como podía afrontarlo así. Se han pensado
que ya he tirado la toalla completamente y que por eso no estaba llorando o
triste mientras se lo contaba, pero para nada es eso, sino todo lo contrario,
he admitido lo que va a pasar y por eso quiero ser más feliz que nunca.
Después de tantos golpes recibidos he pasado por
todo tipo de fases de negación, desesperación e incluso ganas de acabar con
todo. Ahora cuando tengo más cerca eso es cuando menos lo quiero y pienso en lo
tonto que he sido en esos momentos que quería desaparecer. He aprendido a
valorar todo lo que tengo muchísimo más que antes y a vivir cada día como si
fuera el último. Por eso le he explicado a mis padres que estoy tranquilo y muy
feliz, porque el tiempo que me quede voy a ser yo más que nunca y voy a
disfrutar de la vida como un niño, sin preocupaciones. Hoy veía a mi sobrino sonreír
con esa inocencia que sólo tienen los bebés y pensaba que así quiero vivir los
días que me queden, sonriendo y sin preocuparme por los problemas ni lo que
vendrá.
He acabado la conversación con mis padres dándoles
un abrazo y diciéndoles que no se preocupen, que voy a estar bien y que voy a
hacer todo lo que pueda para que estos meses sean los mejores de mi vida y de
lo que pueda aportar a las suyas y la gente que me quiere. Parafraseando a
Alaska en su canción, he decidido enterrar el dolor y la pena y voy a olvidarme
de los problemas. Voy a exprimir al máximo cada segundo y quiero pasar todo el
tiempo que pueda con todas las personas que tengo a mi lado siempre, porque si
algo me he dado cuenta después de todo lo vivido, es que lo más importante que
tengo son esas personas y no quiero perder ni un posible momento vivido junto a
ellos.
Comentarios
Publicar un comentario