Viviendo con esta mierda es curioso como un día
parece que todo va bien y estas feliz y al día siguiente te sientes hundido.
Ayer parecía que iba a ser un día muy bueno, no me dolían las piernas y salí a
tomar algo con unos amigos por la noche. Estaba perfectamente y no me dolía nada,
pero de repente empezó un dolor punzante muy fuerte en una pierna. Estábamos en
una casa tomando unas copas e intente aguantarlo como podía para que no se me
notara esperando a que pasase y poder seguir la noche, ya que tenía muchas
ganas de pasarlo bien, pero fue imposible, no paraba y cada vez dolía más.
Llegó el momento de movernos y coger un coche para irnos a un local. El dolor
era ya insoportable y mi ancla se dio cuenta de que algo me estaba pasando. De
camino en el coche me agarró fuerte para intentar apoyarme en la tarea de
soportar los pinchazos de la pierna y cuando llegamos al local no hubo otra
opción que pedirme otro coche para poder irme a casa, ya que en ese estado la
noche había acabado para mí. Se me saltaban las lagrimas en una mezcla entre
dolor y rabia por no poder tener una noche normal con amigos, que hasta el
conductor del Uber que me llevó hasta mi casa intentó consolarme. Al llegar y tras
unas horas de pinchazos, conseguí dormirme finalmente.
Esta mañana me he levantado con esa sensación que
ya he tenido más veces de pensar si realmente pasar por todo esto merece la
pena, si estoy luchando una batalla que ya tengo perdida y si es mejor tirar la
toalla ya. Como comenté en aquel post de hace unos días, hay que valorar las
pequeñas cosas de la vida, pero llega un momento que se me está haciendo muy difícil
poder ver algo bueno. Además, vuelvo a tener ese sentimiento de sentirme una
carga para los demás. Ayer estuve pensando si acudir o no al plan, pero al
final decidí ir porque tenía muchas ganas de ver a mi ancla y pasar un buen rato,
pero fui un estorbo que sólo dio problemas. Se que no debería pensar esto, pero
se me pasa por la cabeza que, aunque me digan lo contrario, la gente que me
quiere estaría mejor si yo no estuviese. Siempre estoy dando problemas y cada
vez va a ir a más, no sé si quiero llegar a vivir eso.
Estoy escribiendo estas palabras desde la cama,
que es donde creo que voy a pasar el resto del día, ya que no tengo ninguna
gana de levantarme. En estos momentos echo mucho de menos a mi abuela, ya
escribiré sobre ella si puedo, pero era una de las personas más especiales que
he conocido y la razón de que no le tenga miedo a la muerte, ya que tengo la
esperanza de que me esté esperando al otro lado. Como decía Freddie Mercury,
¿Quién quiere vivir para siempre?, y no puedo estar más de acuerdo con él ahora
mismo.
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