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Mostrando entradas de marzo, 2023

El momento de rendirse

Desde que empecé con este blog he pasado por todo tipo de momentos, como en una montaña rusa, llena de subidas y bajadas. He estado cayendo sin paracaídas y otras veces volviendo a recuperar el vuelo. Sin embargo, ahora he llegado a un punto en el que ya no puedo volver a salir a flote por mucho que lo intente. Es brutal como esta enfermedad destruye todo lo que tienes, como te va minando poco a poco hasta dejarte en la más mínima expresión de lo que eras antes. He intentado luchar contra ella de todas las formas posibles, armándome de valor y sacando fuerzas de donde no las había, pero ha llegado un momento que no puedo más. He decidido parar, dejar de enfrentarme a la esclerosis y rendirme. Esto no quiere decir que vaya a forzar nada, simplemente se me han acabado las fuerzas y voy a dejarlo pasar todo hasta que mi cuerpo aguante, pero ya he perdido esa ilusión o motivación de poder recuperarme y hacer una vida normal. Siento estar dando esta visión tan negativa y no quiero con ello

Cuando la lucha no es suficiente

Estos días tengo una sensación amarga, el pensar que por más que lucho y venzo un brote tras otro, esto no va a acabar nunca, y mientras me voy quedando atrás en todo. Ahora mismo podría estar de copas y riéndome con amigos, que es lo que me gustaría estar haciendo, pero estoy tumbado en la cama, delante del ordenador, escribiendo estas palabras mientras aguanto los dolores en las piernas y me cae alguna que otra lágrima. Podría haber intentado ir aguantando el dolor, pero cuando está tan fuerte mi cojera es muy evidente y me da bastante vergüenza, además de que la última vez que lo intenté con este brote, la cosa no acabó bien. Ya no lloro por los dolores, sino por la impotencia que siento y lo sólo que me encuentro ahora mismo. Debido a mi incapacidad por el brote a partir de ciertas horas, no puedo planear mi vida con normalidad. Esta semana santa tenía planeado mi viaje soñado que ya comenté en otros posts, cosa imposible yo creo ya que para siempre. Pero tampoco puedo planear ning

Noches en vela

En estas noches tan largas con los dolores voy a ir escribiendo más por aquí. He decidido apagar el móvil en estos picos del brote porque al final acabo escribiendo cosas que no debo y rogando ayuda a la gente equivocada. Creo que peco de egoísta al creer que la gente tiene que estar para apoyarme en todo momento y al final como dice aquel dicho, nacemos solos y morimos solos, por lo que tengo que aprender a gestionar esto de otra forma, por lo que tener el móvil a mano no ayuda. Sin embargo, escribiendo aquí me siento más libre y me sirve como vía de desahogo, la única que me queda. La psicóloga me dijo que tengo demasiada empatía, otra cosa más que añadir a mi historial clínico, ya bastante abultado. Tiendo a implicarme demasiado en los problemas de los demás y menos en los míos, por lo que muchas veces espero que respondan de la misma forma conmigo y eso me puede llevar a pedir demasiado y perder amistades por saturarles con mis problemas. Sin embargo, durante toda mi vida he hecho

Tocado y hundido

Una de las cosas que más definen esta maldita enfermedad es que, cuando crees que has superado un brote o una fase complicada y estás en el pico de la ola, te vuelve a meter una bofetada y te baja de golpe a la realidad. Como conté en mi último post, las piernas me estaban empezando a doler y ya hace más de dos semanas que no ha parado de crecer y crecer ese dolor. Básicamente mi vida se reduce ahora a diez horas, de las cuales la mitad las dedico a trabajar y la otra mitad a dormir un poco para poder enfrentar la parte mala, esas doce horas diarias donde las piernas no paran de dolerme. En esta situación, que ya llevo soportando casi tres semanas, es realmente difícil llevar una vida normal y poco a poco me está minando las pocas energías que me quedan. Cuando tuve el problema del corazón pensé en tantas cosas que hacer si lo superaba, pero, cuando por fin lo conseguí, ha venido de nuevo este brote de las piernas. Intento sobreponerme ante todo lo que me viene pensando que vendrá un t